Estropajo

Qué tipos de estropajos hay y para qué sirve cada uno

Un estropajo es uno de esos elementos de limpieza que no pueden faltar en una casa. Es más, lo habitual (y recomendable) es que haya más de uno. Primero, por una cuestión de higiene: no vamos a usar el mismo para limpiar el WC que para fregar los platos. Pero es que además cada estropajo está diseñado para una función concreta. ¿Tienes claro para qué sirve cada tipo de estropajo? Por si tienes dudas o quizás lleves usándolo mal toda la vida, simplemente por desconocimiento, estos son todos los tipos de estropajo y su uso ideal: 

  • El estropajo azul está fabricado con fibras suaves, por lo que se debe emplear para la limpieza de superficies delicadas, es el caso de elementos de cristal o de cerámico, de modo que no corramos el riesgo de rayarlos.
  • El estropajo verde es el más popular. Sus fibras tienen una dureza intermedia, por lo que son los más versátiles: lo mismo nos vale para limpiar líquidos, grasas, restos de comida y suciedad… tanto del baño como de la cocina.
  • El estropajo negro es menos común. Sus fibras son más duras que las del estropajo verde. Es habitual encontrarlo cerca de barbacoas porque precisamente ese es su uso ideal: rejillas de horno, parrillas y otros objetos de metal. Ojo porque este tipo de estropajo raya las superficies con facilidad
  • El estropajo de esparto está, como su nombre indica, fabricado en este material. Sus fibras están entrelazadas de una forma que le permite desincrustar la suciedad prácticamente de cualquier superficie, incluso las superficies antiadherentes.
  • Otro viejo conocido en las cocinas es el estropajo de aluminio, acero inoxidable… también conocido como nanas. Es el más duro de todos y raya muy fácilmente si frotamos contra lo que no debemos, por ejemplo las sartenes. Pero es muy eficaz para las manchas más difíciles en espacios como parrillas o chimeneas.