Receta de risotto de setas

Receta para llevar a la oficina: risotto otoñal de setas, calabaza y castañas

El otoño ya está aquí y con el cada vez apetecen más las recetas calentitas, ya sea para consumir en casa o para llevarnos a la oficina. Hoy os traemos una receta de temporada magnífica para llevar al trabajo: la receta de risotto de setas, calabaza y castañas con productos de esta estación y que admite variaciones en función de lo que tengáis en la nevera o el tipo de setas que hayáis traído de vuestra última escapada al monte.

Una recomendación: aunque lo ideal es consumir el risotto tras elaborarlo, si tenemos un microondas en la oficina, podremos recuperar la cremosidad  y textura del risotto calentándolo con un poco de caldo y unas lascas de queso.

Receta de risotto con setas: Ingredientes para 4 personas

  • Una cebolla muy picada
  • Un trozo de calabaza (aproximadamente 50 g) cortado en brunoise
  • Un chorro de AOVE
  • 150 g de arroz arborio
  • 200 g de setas: setas de cardo, de chopo, hongos, boletus…
  • 3 castañas cocidas y peladas
  • Medio vaso de vino blanco
  • 1 litro de caldo de ave
  • 50g de queso pecorino o cualquier otro con potencia, nosotros usaremos Idiazábal

Preparación del risotto de otoño

Picamos la cebolla y la calabaza en dados muy pequeños y los añadimos a la cazuela, ya en el fuego y con el chorro de aceite de oliva virgen extra. Cuando ambos vayan tomando color, incorporamos las setas laminadas a fuego generoso para que vayan perdiendo el agua. En el momento en el que hayan reducido, añadimos los trozos de castañas y el arroz. Removemos hasta que el arroz adquiera una tonalidad levemente dorada.

Ahora es cuando añadimos el vino y volvemos a remover para que se vaya evaporando. El risotto es una preparación que consiste en cocinar el arroz removiéndolo conforme se añade el caldo, de modo que el almidón soltado sea el que le proporcione esa textura cremosa. En este sentido, iremos vistiendo el caldo poco a poco y removiendo a fuego suave para que lo vaya absorbiendo. En aproximadamente 20 minutos, el risotto estará listo.

Apagamos el fuego y rallamos el queso, en nuestro caso un Idiazábal que marida muy bien con estos productos de temporada. Removemos ligeramente y dejamos reposar un par de minutos.

Como anticipábamos al principio, si bien el momento ideal para consumirlo es inmediatamente después de prepararlo, también podemos almacenar las sobras en una tarrina para congelarlo, guardarlo en la nevera y consumirlo después. También podemos guardarlo recién hecho en una tarrina térmica. Y si queremos que esté casi como el primer día, simplemente lo volcaremos sobre un plato le añadiremos un poco de caldo de ave y removeremos. Tras calentarlo un par de minutos en el microondas, echamos algunas lascas de queso y volvemos a remover, calentando otro minuto más.