20 cosas que jamás deberías tirar por el váter
Sobra decir los motivos por los que el inodoro o váter de nuestra casa tiene un hueco privilegiado en nuestros corazones: no hay sitio más tranquilo y relajado para leer Twitter y poner al día nuestras redes sociales mientras regulamos nuestro tránsito intestinal.
No obstante, para muchas personas el váter es algo así como un cubo de basura mágico por el que deshacerse de algunas cosas y luego llega el disgusto: atascos y contaminación en nuestros ríos.
Antes de nada, hay algo que debes tener claro: el váter sirve para librarse de nuestras necesidades y por él solo deberían pasar nuestros restos fisiológicos y papel higiénico y ciertos asimilados fabricados con celulosa.
Así que ni se te ocurra tirar cualquiera de estas cosas de la lista:
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Toallitas íntimas: aunque están fabricadas con materiales respetuosos con el medio ambiente, generan importantes atascos en la red de saneamiento.
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Compresas, tampones y bastoncillos para los oídos, por el mismo motivo que las toallitas, no se deshacen y hacen tapón en el alcantarillado.
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Arena, caca de gato o los cadáveres de pequeñas mascotas como hamsters o peces, que generan atascos catastróficos, sobretodo la arena.
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Preservativos. Los condones están hechos de latex, un material que no se deshace y flota y que puede llegar a colapsar los sistemas de depuración.
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Pelo. De media, se nos caen diariamente unos 100 cabellos, que si tiramos por el lavabo o el wc generarán atascos en el tubo sinfónico, una broma que nos puede costar la visita del fontanero.
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Aceite: muy sencillo, una gota de aceite contamina mil litros de agua. Usa el contenedor de reciclaje.
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Productos químicos: lejía, amoniaco, disolventes, insecticidas, antical, pinturas, medicamentos, jabones, detergentes… todos ellos contaminan enormemente el medio ambiente y además alteran el funcionamiento de las depuradoras municipales, que metabolizan la materia orgánica mediante bacterias que no soportan la exposición a estas sustancias. Además, muchos de estos contaminantes pasan a nuestros ríos, provocando la muerte de animales y la producción de algas.