6 trucos para cuidar la piel antes de exponerla al sol
Con el verano a la vuelta de la esquina, los primeros rayos de sol ya se han convertido en un hábito en nuestro día a día, por lo que con el buen tiempo nos hemos lanzado a las terrazas, escapadas por la naturaleza e incluso a los primeros chapuzones en el mar, para los más atrevidos. Si el buen tiempo te ha animado a realizar más actividades o simplemente a desplegar una toalla y tumbarte a disfrutar de él, a continuación os proponemos algunos trucos para cuidar la piel antes de exponerla al sol.
El bronceado es una consecuencia de estar bajo el sol que nos hace más atractivos y que aporta beneficios a la piel, siempre y cuando lo hagamos adecuadamente, de modo que tomemos el sol de forma inteligente, esto es, con seguridad y prolongando sus efectos en nuestra piel y organismo.
Cómo cuidar la piel antes de la exposición al sol
La piel es el mayor órgano que tenemos en nuestro cuerpo y su función principal es protegernos y mantener un intercambio entre nuestro cuerpo y el entorno. La piel se renueva de forma continua y equilibrada, pero debemos ser nosotros los que facilitemos este proceso.
- Un hábito de higiene y estética para cuidar nuestra piel es realizar una exfoliación periódica, de modo que estimulemos la renovación celular y la circulación linfática, eliminando toxinas. Una piel exfoliada con frecuencia es una piel más fuerte, elástica y luminosa.
- Después de las duchas, la exfoliación y tanto por las mañanas como por las noches, la aplicación de cremas hidratantes, que podemos encontrar para diferentes tipos de pieles
- Imprescindible para nuestra salud en general y para la salud de la piel en particular es beber abundantes líquidos, especialmente agua o infusiones. De este modo se favorece la eliminación de toxinas y se proporciona la humedad necesaria para nuestro organismo. Ojo con las bebidas gaseosas y azucaradas, porque aunque son líquidos y nos hidratarán, no son muy saludables.
- Otro hábito fundamental es llevar una dieta sana y equilibrada rica en vegetales: verduras, ensaladas, frutas, cereales, legumbres… Estos alimentos minimizan el envejecimiento de nuestra piel, que sufre más conforme aumentan las temperaturas. Asimismo, a través de la alimentación llegan a nuestro organismo importantes elementos como la vitamina A – presente en zanahorias, tomates, naranjas y espinacas -, el selenio – presente en cereales integrales -, el zinc – en los frutos secos, huevos, pasta integral -, la vitamina C de los cítricos y espinacas.
- En estos días que el sol comienza a brillar con fuerza, no olvidarse de las cremas con factor de protección y/o las cremas bronceadoras, fundamentales en la exposición solar pero especialmente importante en las primeras tomas.
- En la medida de lo posible, evita las horas en las que la radiación del sol es más fuerte y perjudicial, es decir, de las 12 de la mañana a las 16 horas.