¿Nos vamos de picnic? ¡Con Drolimsa es muy fácil!
Con el buen tiempo, a todos nos apetece más hacer planes en el exterior. El cuerpo nos pide sol, aire fresco, disfrutar del resurgir de la naturaleza – salvo a los pobres alérgicos al polen, claro está -. En realidad ni siquiera hace falta planear una escapadita al monte o a la playa a pasar el día, ya que aunque vivamos en el centro de una gran urbe, las terracitas y los parques nos pueden servir.
Un picnic puede constituir un plan perfecto para disfrutar de unas horas de relax en medio de una ajetreada jornada de oficina, reencontrarnos con alguien especial o simplemente, disfrutar de un buen rato leyendo a la sombra de un árbol.
Y no hace falta complicarse. Si eres kitsch puedes optar por las tradicionales cestas de mimbre, pero sino una bolsa isotérmica nos puede servir. Aunque podemos decantarnos por usar tuppers, las soluciones desechables tanto de envasado como de cubertería serán lo más cómodo para usar y tirar: servilletas de papel, envases de aluminio, tarrinas, vasos, platos…
En cuanto al menú, el recetario es amplio siempre y cuando tengamos claras dos premisas: que pueda consumirse en frío y que soporte bien la ruptura de la cadena de frío, es decir, nada de mayonesas y salsas con huevo, carnes y pescados poco hechos. No queremos que un rato de asueto se convierta en una pesadilla gracias a la salmonella o una gastroenteritis.
Lo ideal son recetas sencillas como las clásicas tortillas de patatas, filetes empanados, ensaladas variadas – aquí el abanico es amplio, desde la tradicional campera, de arroz o pasta, de legumbres – , empanadas, embutidos, sandwiches o quizás, irnos a algo más “sofisticado” como una quiche, hummus con crudités para untar, taboulé…
La clave de todo es escaparnos de la rutina y disfrutar de los nuestros y nuestro entorno.