Llevas toda la vida usando mal las escalera de aluminio: cómo utilizarlas de forma correcta
Teníamos que decírtelo: las escaleras de aluminio son uno de esos imprescindibles en el hogar, garaje en el jardín o en la empresa, y son una fuente de disgustos si no las usamos adecuadamente. Sí, todos sabemos que sirven para alcanzar sitios altos y que simplemente tenemos que trepar, pero hay mucho más, sobretodo si queremos usarla de forma eficiente y evitando accidentes.
De hecho, la colocación de las escaleras siguen la Nota Técnica número 239 del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el trabajo, por lo que nos sirve como manual de buenas prácticas tanto para el trabajo como para el hogar.
- Lo primero es limpiar de objetos la zona cercana al punto de apoyo de la escalera, extremando las precauciones ante el paso de personas o mascotas, o lo que es lo mismo, no ponerla en una zona de paso.
- Situarla en una zona fija, plana, resistente y que no deslice.
- Si usamos una escalera de mano, debe formar un ángulo aproximado de 75 grados con la horizontal. Si es de tijera, el ángulo entre ambos lados ha de ser como máximo de 30º, es decir, con el limitador de apertura bloqueado.
- Para que una escalera sea segura y su uso sea correcto, ha de tener una longitud suficiente para que en todas posiciones que sea utilizada permita el apoyo de pies y manos.
- Recuerda llevar un calzado que sujete bien los pies y con las suelas limpias.
- Por lo general, las escaleras de metal soportan como máximo unos 150 kg y en ningún caso has de llevar más de 25 kg de peso adicional en las manos.
- El ascenso y descenso a la escalera de aluminio debe realizarse de cara a la misma y con las manos libres.
- Guárdala correctamente, protegiéndola ante las inclemencias del tiempo, preferiblemente colgada
Siguiendo estos consejos minimizarás el riesgo de accidentes y sacarás todo el partido a tu escalera.