Cómo desinfectar la compra y minimizar el riesgo de contagio de COVID-19
Aunque no hay evidencias de que el COVID-19 se trasmita mediante alimentos, hemos de tener en cuenta que el supermercado y las tiendas, pese a sus medidas de seguridad, constituyen uno de los momentos críticos ya que suponen salir a la calle, estar más o menos cerca de otras personas y tocar muchas cosas (dinero, envases, carrito…). Si bien es fundamental seguir las indicaciones de la Organización Mundial de la salud para protegerse del Coronavirus, no está de más extremar la seguridad y desinfectar la compra.
Para empezar no, no hace falta poner nuestros alimentos en cuarentena, de hecho los perecederos podrían deteriorarse. El Covid- 19 es capaz de permanecer activo aproximadamente unas ocho horas a temperatura ambiente. En este sentido, vuelve a ser primordial lavarnos las manos con jabón antes y después de manipularlos y por supuesto, antes y después de comer (pero esto último es una medida de higiene común independientemente de la pandemia).
Para lavar nuestras manos no hay nada como el agua con jabón de manos – aunque si no los tenemos a mano siempre podemos usar una solución hidroalcohólica –, no debemos aplicar jabón sobre los productos frescos, bastará con agua.
Si queremos extremar precauciones al máximo, prestaremos atención a las bolsas (tanto reutilizables como las de plástico que suministran en comercios) y packaging como latas, botes y cajas, ya que aunque el riesgo es pequeño, existe. Para empezar, en la puerta misma de casa debemos tirar el packaging de papel, cartón y plásticos que envuelven los productos y packs.
Para limpiar artículos como las botellas de cristal, los botes o los productos envasados en plástico, podemos lavarlos preparando una solución de 9 partes de agua y una de lejía y pulverizar sobre la superficie. Después, secaremos si procede con una toalla de un solo uso y nos lavaremos las manos.
No obstante, el mejor consejo para reducir riesgos haciendo la compra es evitar las horas de máxima afluencia, lavarnos las manos (o desinfectarlas) antes y después de comprar y ponernos guantes (y quitárnoslos adecuadamente), una medida que ya han adoptado los comercios, que además limitan el aforo para evitar que se rompa la distancia de seguridad. Otro consejo para limitar la exposición: lleva una lista de la compra para pasar el menor tiempo posible expuesto, y por supuesto, intentar llevar mascarilla a la hora de hacer la compra para limitar el riesgo de contagio.