¿En qué se diferencian el gazpacho y el salmorejo?
Aunque en Agosto las noches comienzan a ser más frescas, nos queda todavía más de mes y medio para disfrutar del calor estival. Con este tiempo, los hábitos cambian: nos apetece comer más fresquito, pasar menos tiempo en la cocina, podernos llevar la comida a la playa o la piscina, hidratarnos más…
Los amantes del plato de cuchara encontrarán un vacío que pueden cubrir con deliciosas y nutritivas sopas frías, especialmente dos que se llevan la palma por popularidad: el gazpacho y el salmorejo. A mayor distancia, el cobre se lo llevaría el delicioso ajo blanco.
Aunque cada maestrillo tiene su librillo y la cocina no es una excepción, algunas personas (especialmente las que no son del sur) tienen ciertas dificultades a la hora de diferenciar el salmorejo del gazpacho y a veces acaban incorporando ingredientes que no cuadra demasiado. No es broma, nos hemos encontrado cebolla e incluso zanahoria en alguna receta. Y no lo negamos, estará delicioso, pero no será ni gazpacho ni salmorejo.
Así que vamos a aclarar la diferencia entre uno y otro:
El gazpacho está formado por tomate (ingrediente principal), pepino, pimiento verde, ajo, sal, aceite y vinagre. En general, por cada kilogramo de tomates añadiremos un diente de ajo, un pepino y un pimiento verde. Hay gente que opta por espesarlo con algo de pan, sin embargo se trata de un plato ligero.
A muchos de nosotros nos repiten algunos de los ingredientes y aunque hay trucos caseros para evitarlo, especialmente en el caso del ajo (quitándole el corazón o incluso echarlo cocido), al final acabamos optando por el salmorejo. Esta sopa fría andaluza consta de tomate, ajo, aceite, vinagre, sal y un trozo de pan. Aproximadamente echaremos un diente de ajo por cada kilogramo de tomate maduro. Se trata de una sopa más espesa y más rosada que el gazpacho.
En ambos casos, pelaremos los tomates (si bien si los dejamos sin pelar ganaremos en espesor, pero quizás resulte más indigesto) e introduciremos todo en la batidora.
Aunque se puede comprar en tetrabrik, la realidad es que se hace en un momento, dura varios días en la nevera y no tiene ni punto de comparación en cuanto a sabor. Además, es una receta increíble para comer fuera: simplemente guárdalo bien fresquito en un envase desechable y tómalo cuando más te apetezca.